Son dos las motivaciones principales que dieron forma a este proyecto y que al final, podrían entenderse como una sola. Primero, la necesidad de crecer en dos niveles para lograr la vista del embalse de Cachí y segundo, el deseo de extender esa vista no solo a través de la mirada, sino a través del desplazamiento por el espacio. Esto se traduce en un volumen en voladizo (cercha habitable) que acerca a la persona a ese objetivo visual, al mismo tiempo que “la suspende” en el espacio. Se pretende como conclusión, tejer esa idea de “poiesis” con la lógica y técnica constructiva.
Una tercera motivación, podría ser interpretada como una recurrencia nuestra y en la que tenemos convicción: la separación de usos y programa debe ser explícita en materiales y expresión volumétrica. Es una forma en la que creemos que la arquitectura puede ser honesta al darnos información acerca de su interior desde el exterior.